Ráez sigue en primera línea de batalla, y así estará hasta el próximo mes de mayo. Tiene en su debe un carácter difícil de llevar, pero el `caché´ que le concede sus casi veinte años como alcalde le otorgan un liderazgo inevitablemente ligado a las siglas PSOE. Mientras, Montoya, repudiado por buena parte de la agrupación socialista local, intenta simpatizar con vecinos y futuros votantes que, de momento, apenas le reconocen. Su lema electoral es "Habla con Rafa", pero... `¿Dónde anda?´.
Es difícil ser candidato del partido que gobierna y no pintar nada en el Ayuntamiento. Muy complicado no poder participar en actos oficiales, cuando tan sólo restan dos meses y medio de las elecciones. Debe ser duro ver como el alcalde sigue saludando a tus vecinos, tus futuros votantes, mientras tú esperas en un más que discreto segundo plano. Porque Montoya sabe que la discreción en política es mal asunto.
Pérez Ráez tiene claro que seguirá mandando hasta última hora. Es y será alcalde hasta que alguien le releve. Voces internas del PSOE han planteada la necesidad de que Gómez Montoya acuda a reuniones con otros grupos políticos para tratar cuestiones propias de la campaña electoral. Pero ni sus adversarios políticos, ni mucho menos José Luis Pérez Ráez, están por la labor.
Visto lo visto, difícil lo tiene el candidato socialista para conseguir que alguien gire la cabeza cuando se cruce con él. Además, sigue sin querer enfrentarse a la prensa, y eso sí que es preocupante. Mientras Guadalupe Bragado, Raúl Calle y un activo alcalde acuden a su cita semanal con los medios de comunicación, a Montoya algunos periodistas sólo le conocen por foto, y no de muy buena calidad, la verdad.
De momento, suspenso para Montoya en campaña electoral. Pero que nadie se preocupe, porque el examen decisivo será el próximo 27 de mayo. ¡Y no vale copiar!.