Primero la concejala de Cultura, Concepción Pastor, y luego el alcalde de la ciudad, Jesús Gómez, han manifestado públicamente esta semana que el Ayuntamiento de Leganés ha alcanzado un
acuerdo con la empresa Música Viva 21 para retirar el contrato que la vinculaba con la gestión de la Escuela municipal de música.
Ambos omitieron que se trata de un principio de acuerdo verbal
pendiente de rúbrica y, lo más importante,
a la espera de confirmar la indemnización definitiva. Las dos partes implicadas tienen claro que con
105.000 euritos se resuelve el conflicto.
Sin embargo, los problemas han surgido cuando Música Viva 21 ha reclamado
el cobro de los meses de agosto y septiembre.
Las facturas están sin tramitar por una razón muy sencilla: necesitan la
rúbrica del (hasta el pasado viernes)
Director de la Escuela de Música.
El ex director,
ninguneado y apartado de sus funciones por el equipo de Gobierno del Partido Popular nada más asumir el poder,
no ha firmado esas dos facturas teniendo en cuenta que durante esos dos meses -y muy a su pesar- no ha ejercido como director de la Escuela, aunque oficialmente aún lo fuera.
Estamos hablando de dos facturas que
superan los 40.000 euros cada una de ellas. Vamos que a los 105.000 de indemnización habría que sumar otros
86.000 que la empresa no va a perdonar ni de broma, y que el Ayuntamiento no puede abonar porque no están fiscalizadas por el anterior responsable de la Escuela.
Entre todo este follón, va el alcalde y nos dice el pasado lunes que la resolución del contrato con Música Viva y la contratación de 16 nuevos profesores le supondrá a las arcas municipales un ahorro “cercano a los 100.000 euros”. Quizá piense el regidor que somos medio lelos, pero sirviéndonos de una simple calculadora podríamos llamarle
“mentirosillo”.
El caso es que el Ayuntamiento de Leganés sigue enmarañado en un conflicto que, si a los anteriores les dio muchísima guerra, a estos les puede estallar en pleno rostro. De momento
no hay fecha para el inicio de clases, pero misteriosamente aquí nadie dice ni "mu".
Esperamos ardientemente conocer los
“elegidos” para ser contratados como nuevos profesores de la Escuela de Música. Y todo gracias a un
turbio proceso de selección: sin bases, sin negociación con sindicatos, sin publicación, con curriculums que no pasan por Regitro municipal, sin certificados de titulaciones, con pruebas a dedo en días festivos… un
burdo montaje para salvar los muebles y cumplir promesas electorales.
Descuiden, estaremos aquí para narrarlo.