La semana ha ido de encuestas. Dos medios de comunicación que gritan a los cuatro vientos (sin cortarse un pelo) su apuesta por un próximo gobierno del Partido Popular, han publicado sendas encuestas que dan, o mejor dicho darían, el bastón de mando al candidato Jesús Gómez.
No obstante, hay notables diferencias entre una y otra: tanto en la forma, como en el fondo y más aún en la reacción de su referencia política. La primera de ellas, modesta en papel y tumultuosa en la red, dice que PSOE e IU se quedan en 13 concejales y que teniendo en cuenta la visita que ULEG hizo al notario hace unos días, el PP gobernaría con 12 ediles por ser la lista con más votos populares.
La segunda, más llamativa que rigurosa, es `la caña´. Coloca a golpe de azules contraportadas a Jesús Gómez en la tercera planta de Plaza Mayor sin notario ni mochila. Dice que los populares rozan el 14 porque así lo quieren ustedes.
Y digo que no me cuadra no por inverosímil, ni tampoco por errores de bulto como decir que UPyD obtuvo un 1,2% de los votos en Getafe en las municipales de 2007 (cuando aún no había sido fundado), o por errar reiteradamente en el apellido del candidato de ese mismo partido en Leganés.
Sino porque cae en notables contradicciones como decir que sólo 1 de cada 4 vecinos opina que en el Ayuntamiento se hacen mal las cosas o señalar que el PSOE es el grupo político más valorado por los ciudadanos.
Si esto es así, parece poco convincente que los mismos encuestados den su voto mayoritariamente al Partido Popular y sólo aprueben a los líderes de la oposición.
Hay otra cosa que chirría, y es que Jesús Gómez sea el segundo político más conocido de la ciudad, cuando ha empezado a colocarse a las puertas de Metrosur hace apenas un mes. Por cierto, ¿sigue currando en Puerta del Sol?.
Les decía al principio que las reacciones a los muestreos por parte del PP han sido dispares. Con la una, la callada por respuesta y el morro medio retorcido. Con la otra, convocan una rueda de prensa gastronómica para hablar de ella el mismo día que se edita el medio. Alguien le está quitando la merienda a alguien y veremos a ver si no acaban mal.
La otra noticia del día, aparte de la inclusión de Jesús Gómez en la lista a la Asamblea de Esperanza Aguirre, y que suena a “por si acaso no ganamos ya tengo una salida”, ha estado en el Centro Cultural José Saramago.
El PSOE ha escenificado una vez más ese “amor con amor se paga” que inunda en las últimas semanas todos los escenarios que pisa Tomás Gómez, otrora enemigo íntimo de Rafael (como decía hoy Manuel Chaves) y ahora venga a chocarse las manos cada vez que se ven.
El caso es que el Saramago respiraba ese optimismo contenido que contagia el líder del PSM. Un tipo peculiar, que a pesar de haberse llevado tantos guantazos y siempre caer de pie, sigue sin hacerme cambiar de opinión sobre su futuro en las urnas.
Los socialistas, con la que está cayendo, parece que se lo creen y eso no sé si es bueno o malo. Lo mismo me pasa con su máximo rival: cuando uno va tan sobrado tiende a relajarse. Yo, sigo pensando lo mismo: hay partido y lo que es aún mejor, hay que jugarlo.