El
alcalde de Leganés, Santiago Llorente, sigue deshojando la margarita en busca
de un nuevo gerente para la Empresa Municipal del Suelo (EMSULE).
El
actual responsable fue nombrado en la pasada legislatura por el anterior
Gobierno del Partido Popular, que en su momento contó con el apoyo de Unión por
Leganés (ULEG) en el Consejo de administración de la empresa pública.
Las
cosas han cambiado –y mucho- en estos cuatro años. El PP ha perdido unas
elecciones, pero curiosamente el gerente se mantuvo en el cargo. Esto no es
nuevo. En ciudades vecinas hay homónimos que mantienen su sillón conviviendo
con tres gobiernos de distinto signo. Sin embargo, esto debería ser una
excepción. Tradicionalmente en Leganés, y apelando a la ética política y
profesional, lo coherente es que un Gerente ”colocado” por un Gobierno salga
también cuando el Ejecutivo cambia de manos.
Otra
cosa es lo que sucede en Leganés. La “caprichosa” composición de los consejos
de administración de EMSULE y LGMEDIOS: 4 PSOE, 4 Leganemos, 4 PP, 4 ULEG, 1
C´s, 1 IU, convierten la compañía en un puzle casi ingobernable y dejar a EMSULE sin firma es un problema añadido.
Podría
darse incluso la paradoja de que aún aceptando la propuesta de cese del actual
gerente, los consejeros no se pongan de acuerdo en nombrar uno nuevo. Y es que
en ambos casos se necesita mayoría en el organismo o lo que es lo mismo: poner
de acuerdo a tres Grupos políticos municipales.
Todo
apunta a que el próximo viernes el Consejo podría aprobar el cese del actual
gerente, pero no es menos cierto que a estas horas, el primer edil no tiene una
propuesta alternativa para la dirección administrativa de la empresa.
Antes
de su marcha, el “saliente” deberá comparecer en Pleno municipal a propuesta de
Leganemos. Una petición que según el orden del día no concreta en qué aspectos
de la gestión de EMSULE están interesados los miembros de la candidatura de
unidad popular. Por cierto, que Leganemos es el único grupo (junto al PSOE) que
ha propuesto dos candidatos al puesto de gerente. ¡Viva la casta!
Pero
sin duda lo más curioso de este asunto es la ausencia de candidato formal,
aunque quizá debiéramos decir oficial. De los otros, de pasillos, cafeterías,
bares y llamadas de móvil hay varios, anónimos y demasiado conocidos. Alguno incluso capaz de ofrecerse y
ofrecer a cambio su silencio. Así esta el tema.
En
todo este embrollo destaca la incapacidad del PSOE para proponer un gerente cualificado (aunque no me sorprende teniendo en cuenta que no se ponen de acuerdo ni para
currar en la caseta) y lamento sobremanera la paralización de una empresa
pública cuya potencialidad debiera estar ajena a batallas políticas.
Quizá
la solución al puesto podría pasar por la Bolsa de empleo municipal, por el
Forempleo de la Universidad Carlos III o sencillamente por el INEM. Todo lo
demás, es y será un “dedazo”, como mandan los cánones.