Casi un mes después de
iniciado el teatrillo político pepinero, siguen diciendo lo mismo: “Sí, pero
con condiciones”.
Son y serán esas premisas,
inasumibles en ambas direcciones, las que mantendrán al Partido Popular en el
Gobierno local hasta 2015.
Y en esta pérdida de tiempo
generalizada, el lunes habrá una nueva reunión en la que participarán varios
miembros de cada partido político de la oposición. En ella prevén iniciar la
redacción de un presunto documento programático que sería el eje vertebrador
del futurible gobierno post moción de censura.
Y esto sí que es comenzar la
casa por el tejado. Nadar y nadar para morir en la orilla. Es, como dice una
amiga, meter el problema en un cajón y dejarlo morir confiando en que no
estalle.
Les pongo, estimados
lectores, en el más que probable escenario del día después de la NO MOCIÓN, es
decir, la jornada en el que PSOE, ULEG e IU harían público que no hay acuerdo.
A partir de ese momento, cada
uno tiraría por su lado y cada cual culpará al vecino. Los socialistas hablarán
del egoísmo de ULEG porque sólo quiere la alcaldía. Los independientes dirán
que el PSOE no ha querido un cambio, sólo un recambio para ponerse ellos otra
vez. IU, que las ansias de poder de sus compañeros de oposición han impedido un
gobierno de progreso.

Muestra de ello es la
manifestación de mañana por la defensa de los servicios públicos y entre cuyos
lemas se encuentra “por un cambio de Gobierno en Leganés”. Una protesta secundada
por PSOE, ULEG e IU y que podría tener un efecto boomerang a medio plazo.
La visita de la lideresa para
celebrar “su” Comité regional en la sede del PP en Leganés es un espaldarazo a
la maltrecha imagen de Jesús Gómez. Ver o querer hacer ver lo contrario es de
necios. Otra cosa es que el primer edil vaya a saber aprovecharlo… dudas
razonables.