La debacle socialista en las elecciones municipales y autonómicas a nivel nacional no ha sido una excepción en Leganés, donde la candidatura encabezada por el alcalde Rafael Gómez Montoya ha perdido 3 de sus 11 concejales.
La caída libre del PSOE ha supuesto una fuga de votos hacia otras opciones políticas que, en el caso de Leganés, se llama ULEG.
El partido independiente –que ha subido de 1 a 4 ediles- ha sido el gran vencedor de unos comicios locales cuyos resultados han dejado como estaban a Partido Popular e Izquierda Unida.
Teniendo en cuenta que los cuatro concejales de ULEG no respaldarán a ninguna otra fuerza, la lógica dice que Jesús Gómez será el próximo alcalde de Leganés.
En este contexto, hoy ha cobrado fuerza por la ciudad el rumor de que PSOE e IU podrían plantearse, en una rabieta sin parangón, apoyar al candidato de ULEG, Carlos Delgado, en la próxima sesión de investidura del día 11.
¿Se imaginan? Leganés quedaría en manos de un Gobierno independiente de 4 concejales y una oposición de 23 ediles (12 de ellos del PP, la fuerza más votada).
Pero más allá de supuestos irracionales, lo cierto es que Leganés ha solicitado un cambio. La izquierda, por primera vez, suma menos votos que la derecha. Los ciudadanos han pedido una alternancia y hay que dársela.
Les cuento un chisme bastante curioso. Me llaman desde Madrid para narrarme que la presidenta del PP, Esperanza Aguirre, no anda muy contenta con los resultados de su chaval en Leganés. No en vano ,este es de los poquitos municipios del sur donde su partido no ha crecido. Ahí tienen Alcorcón, Getafe, Aranjuez, Parla…
Pero la jefa va aún más allá, y comenta en su círculo interno que Jesús debiera plantearse muy mucho cómo va a ser su gobierno en minoría y que, antes de emprender la aventura, es necesario cerciorarse de que no le suceda lo mismito que a la ex alcaldesa de Pinto (y también futura), Miriam Rabaneda, quien se vio desalojada de la alcaldía por una rocambolesca moción de censura fomentada por un presunto tránsfuga independiente junto a PSOE e IU.
No se fía Aguirre de los independientes y, sobre todo, no quiere inyectar dinero en un municipio que ya ha vivido una moción de censura, y donde el Partido Popular sigue sin sobrepasar la barrera de 12 ediles.
En la acera de enfrente, el Comité regional del PSM ha analizado esta tarde su debacle echando toda la culpa a Zapatero. La conclusión le viene de perlas a Tomás Gómez y mejor aún a los alcaldes que han perdido el bastón de mando.
Cero de autocrítica y hasta dentro de cuatro años. Pero no se olviden que en 2012 vienen las generales y esto apunta a goleada de escándalo… si la de ayer no lo fue ya.
En IU la sensación es de pesadumbre. En Leganés pierden votos (no ediles) y no consiguen captar el voto de rechazo al PSOE. Quizá les vendrá bien catar de nuevo la oposición, donde los ciudadanos valoran más su trabajo.
En cuanto a UPyD, todo apuntaba a que se quedarían a medias y así ha sido. El enorme crecimiento de ULEG les ha taponado la entrada a una corporación que cambiará de huéspedes y casero.