En la historia reciente del municipalismo, nunca un concejal
no adscrito tuvo tanto poder político como el que ostenta en Leganés Jorge
Javier Pérez. El ex portavoz de Ciudadanos es, por obra y gracia de la
aritmética parlamentaria, el hombre fuerte del Gobierno local del Ayuntamiento
de Leganés.
Y no porque forme parte de él, o quizás sí, sino porque su
voto es capital para que salga adelante cualquier propuesta plenaria que PSOE e
IU-CM (7 concejales) consensuen con cualquiera de los otras tres grupos municipales
con 6 ediles (ULEG, Leganemos y PP).
Para muestra, el botón del pasado Pleno municipal donde la
modificación presupuestaria propuesta y acordadísima entre Gobierno local y
Partido Popular necesitó la mano alzada presta y dispuesta del concejal no
adscrito.
Pérez apoya y apoyará al Gobierno local. En esto y en todo.
Y no por convicción política (que también), sino por protección propia y
revanchismo personal.
A Pérez no le dejaron desembarcar. Se le lapidó desde su
entrada en escena y los que arrojaron las piedras no calcularon el coste
político y además ignoraron el personal… y se equivocaron. Se pasaron de
frenada y ahora deben asumir las consecuencias.
En este contexto donde PSOE y PP acordarán lo mollar para
que la ciudad camine con andador, Unión por Leganés se queda sólo en la
oposición “echado al monte” y restando meses para que llegue 2019. La historia
de siempre para los verdes, pero la crónica política reciente nos dice que
siempre crecieron. Veremos.
Lo de Leganemos se veía venir. Uno tiene la sensación de
haber prendido la mecha de un Grupo municipal que fue un equipo pero nunca un
grupo.
Su ex concejal Adrián Sánchez, dio con la tecla en la famosa
rueda de prensa donde el Grupo saltó por los aires en vivo y en directo. Ese día
Sánchez señaló: “Leganemos es una
candidatura de unidad popular que nació como un instrumento político desde la
confluencia y la ilusión de mucha gente para cambiar la sociedad leganense. Eso
debería ser una riqueza, pero tristemente ha servido para lo contrario como hoy
hemos podido comprobar”.
La batalla interna de Leganemos no tiene fecha de caducidad
y promete nuevos episodios en una guerra fratricida entre los seguidores de
Mercedes Condés y los del portavoz Fran Muñoz. La lucha se centra ahora en despojar
a Muñoz de la portavocía de Leganemos. Ojo porque Condés necesita 4 votos y
podría conseguirlos.
Mención aparte merece la prensa, que sobrevive como podemos
para sostener tirada y mantener personal. Más de veinte años nos contemplan… y
los que nos quedan.
Por suerte, cada vez somos más los medios dirigidos por
periodistas y eso nos da valor y fuerza para mandar en nuestra hambre. Nuestro
cuarto poder suma ya cinco alcaldes y lo seguimos contando…
3 comentarios:
En la foto pones a un tipo cogiendo lo que parecen dos rollos de papel higiénico. Debe ser por la enorme mierda que acumulan los del PP y PSOE de Leganés, sostenida por este personaje de la noche metida a pseudopolítico.
Que haya un concejal como Jorge Pérez y que sea, según dices, el hombre fuerte de la corporación, lo dice todo de este gobierno.
¡Buen post!
En Leganemos, como tensen mucho la cuerda, les ocurrirá como en C's Leganés, que varios de los concejales formen grupo mixto (o de no adscritos) y Leganemos se quede únicamente con dos o tres concejales, estos haciendo seguidismo a otro partido (que, dicho sea de paso, ya lo vienen haciendo; y los expulsados, apoyando al gobierno local, como forma de supervivencia.
Puede que alguno se vaya tranquilamente dejando el acta a disposición del partido, pero los que no tienen trabajo difícilmente van a dejar lo que es su medio de vida para los próximos tres años y, además, cobrando el sueldo íntegro, sin tener que hacer donaciones al partido.
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