Las
elecciones municipales del pasado domingo en Leganés dejan un puzzle político
con varias soluciones a cada cual más compleja.
El Partido
Socialista, como fuerza más votada aunque con el mismo número de concejales (6)
que Leganemos, ULEG y Partido Popular, debe liderar la formación de un nuevo
Gobierno en la ciudad.
Pero no lo
tendrá fácil. El candidato socialista, Santiago Llorente, ya ha manifestado su
intención de tentar en primer lugar a Leganemos, una candidatura que hoy mismo
señalaba en rueda de prensa que los socialistas “no están legitimados para
gobernar” aunque demandaban “un debate a PSOE y ULEG abierto al público para que
todo el proceso sea transparente y participativo”.
La
candidatura de unidad ciudadana tendrá que levantar la mano y conceder gobierno
por acción u omisión. Ese es su principal problema. Lo demás está todo genial y
su irrupción es de matrícula de honor, pero cuidado porque el día 13 estarán
más cerca de la casta que nunca. Si juegan bien sus bazas podrán condicionar el
Gobierno y aplicar sus propuestas.
Mientras,
ULEG espera agazapado una solución a este cubo de Rubik donde lo único claro es
que los seis ediles del partido independiente se votarán a sí mismos. Carlos
Delgado quiere ser alcalde y sus opciones reales, por más que alguno intente
vender la moto de un gobierno de 18 o 19, pasan por la derecha.
Y claro, eso
es un drama cuando has descalificado casi a diario las políticas del Partido
Popular los últimos tres años. Todo pasa por hacerse el loco y esperar (como si
de un accidente se tratase) que PP y Ciudadanos le den su apoyo en el Pleno de
Investidura sumando 14. A partir de ahí, podrían justificar a sus votantes un
gobierno propiciado por el PP. Gobernar será otra cosa y ULEG está capacitado.
Y en este
juego de colores cobran especial relevancia los dos concejales de Ciudadanos. La
formación naranja, liderada en Leganés por Jorge Pérez, espera indicaciones
desde Barcelona pero ya apuntan a que no entrarán en el Gobierno local porque
“no queremos sillones, sino programa”. Un programa, el naranja, que no queda
mal con el azul y el verde.
Si ninguna
de estas cábalas no se cumpliera porque ningún candidato obtuviese el respaldo
de 14 concejales, en ese caso sería investido alcalde Santiago Llorente, por
liderar la lista más votada.
Llorente tendría
que formar un Gobierno de seis concejales (tres en la práctica). Toda una
papeleta.
Las
conversaciones han comenzado en todas las direcciones y el cubo de rubik ha
comenzado a girar. El día 13 de junio descubriremos sus caras.