La semana y el curso político se cerró en Leganés con un
Pleno municipal donde los cuatro Grupos políticos certificaron la `pazpetrolera´ con un acuerdo que traerá consecuencias de diversa índole.
Y es que la nueva ordenanza reguladora para la implantación
de estaciones de servicio en la localidad es de todo menos una normativa seria
y rigurosa. Eso sin contar los entresijos de una comisión de trabajo donde han
sentado a la mesa al crupier mayor del reino.
Una ordenanza que nace manchada por un proceso turbio,
camuflada en el vocablo “comisión político-técnica”, donde el encargado de
repartir juego tenía las cartas marcadas. En definitiva, un oscuro parche
administrativo que se resolverá en los tribunales.
Por el camino estival me quedo con una información que sólo
puede ser noticia en esta Gran ciudad. Los tres grupos políticos en la
oposición han decidido rechazar la instalación de un puesto de Cruz Roja en La
Fortuna. El texto dice que el Ayuntamiento se comprometerá a que “La Fortuna no
albergará el proyectado centro de Cruz Roja y consecuentemente paralizarán
inmediatamente las obras del local de la calle Lisboa, 6”.
Una decisión hipócrita y cobarde, que mancha la gran labor
de esta organización humanitaria y que no ofrece soluciones ni a los vecinos ni
a la ONG. Si lamentable es la gestión del conflicto por parte del Gobierno
local, no lo es menos la respuesta oportunista de PSOE, ULEG e IU, a los que
les preocupa y mucho el voto en la Fortuna.
Un asunto, el de Cruz Roja, que se solucionaría en una tarde
sentando en una mesa a todas las partes implicadas. Pero no, esto es Leganés y
aquí lo que prima es montar follón y evitar consensos sociales… para el gasoil sí hay acuerdo, claro. ¡Es lo
que tiene el petróleo!.
Follones internos que se repiten, ¡y de qué manera1, en el seno del Gobierno local del Partido Popular. Cualquier excusa es buena para liarla, y en ausencia del alcalde por sus vacaciones se volvió a montar una buena. Cuando toque hacer listas el polvorín acabará estallando.
Y todo este jaleo previo a las Fiestas de Butarque nos hace
augurar un otoño calentito, en el que unos y otros prometen enzarzarse en las
más cutres y oscuras riñas de un paupérrimo nivel. El nivelazo
político-informativo es para echarse a llorar.
La campaña será tensa y dura, marcada por la incertidumbre
que genera la previsible irrupción de la formación Podemos en la Corporación
municipal. Un imprevisto que rascará votos a todo bicho viviente y que preocupa
y mucho a rojos y verdes.
La única nota positiva para el futuro a corto plazo la marca
el C.D. Leganés y su debut en Segunda División. La ilusión inunda la ciudad y
parece que todos están y estamos de acuerdo en que se debe arrimar el hombro en
este proyecto deportivo. Veremos porque Butarque necesita un lavado de cara
importante y eso vale dinero.
Nos vemos en las Fiestas.