El éxito dePodemos en las pasadas Elecciones europeas ha dejado con cara de póker a todos
y cada uno de los partidos políticos que aspiran de uno u otro modo a
capitalizar el voto en las próximas elecciones municipales en el Ayuntamiento
de Leganés.
La irrupción
de este partido político y el crecimiento de otras fuerzas minoritarias podrían
derivar en una fragmentación sin precedentes de la cámara local.
La formación
liderada por Pablo Iglesias ha conseguido que diez mil leganenses le den su
apoyo. Y ojo porque 10.000 votos son muchos votos.
De hecho, su
espectacular despegue ha sido directamente proporcional al descalabro de los
dos grandes partidos (PSOE y PP) y ha minimizado el crecimiento de Izquierda Unida
y Unión Progreso y Democracia.
El boom de
esta formación ha sorprendido a todo bicho viviente. Los responsables de las
encuestas de opinión pueden irse directamente a dormir, y nosotros los medios
de comunicación con ellos, pero es que ni tan siquiera sus candidatos esperaban
un respaldo en las urnas de tal magnitud.
No sé qué
pensarán ustedes, pero el hecho de que Podemos haya conseguido ser la tercera
fuerza política de la Comunidad de Madrid, de la capital de España, o de
enclaves estratégicos de la región, creo que viene a marcar el futuro político
de las administraciones local y regional.
Y sí, es
cierto que en los comicios locales la abstención se reduce considerablemente,
que son muchos los vecinos que votan en clave local, etc. etc., pero no es
menos cierto que cuando un partido ha conseguido superar la barrera de los diez
mil sufragios en una ciudad como Leganés (aunque sea en unas europeas) muy mal
se le tienen que dar las cosas para no mantener buena parte de su reciente
nicho.
Y eso supondría
entrar en una Corporación que se va a convertir en el camarote de los hermanos
Marx. Porque claro, si hay sitio para todos, alguno se va a quedar con media
pierna fuera, y eso es doloroso.
El PSOE de
Leganés sorprendentemente ha sacado pecho de su amarga victoria cuando debieran
hacérselo mirar porque se han dejado 15.000 votos por el camino.
El PP echala culpa al empedrado, pero todos sabemos y saben que llevan durmiendo un par
de años. ¿Alguien les ha visto en la pasada campaña electoral? Y cuidado porque
si con alguien no se llevan los novatos son con los de azul.
IU piensa en
el pudo ser y no fue, aunque se aferran a su crecimiento en votos y el presunto
“buen rollito” con Podemos.
UPyD casi
que lo mismo. Bien pero no muy bien. Eso quiere decir que tendrán que luchar su
entrada en el consistorio.
A pesar de
que ULEG aquí no pintaba nada, pudimos leer cómo su portavoz decía simpatizar
con la candidatura de Ciudadanos-C’s, que en Leganés ha obtenido 2.112 votos. A otros que
les toca remar y mucho.
Nos queda lo
mejor. Abróchense los cinturones porque esto no ha hecho más que comenzar.