equipo de Gobierno cogidito con pinzas y
liderado por un alcalde que anhela
plazas de mayor enjundia con menores quebraderos
de cabeza. Sólo les salva
una oposición que nunca ha sumado 15 y me temo que
jamás lo conseguirán.
Y claro, todo ello se ha trasladado a un salón
de Plenos que ha vivido un
tedioso debate político, salpicado por
reproches mutuos que poco o nada
benefician a la ciudadanía.
La primera jornada del Debate sobre el estado
de la ciudad 2012 deja para la
historia un titular y poco más. Dice el
alcalde, Jesús Gómez Ruiz, que propondrá al Pleno "someter a consulta
popular lo que deben ganar los miembros de la Corporación municipal".
¡Qué bonito titular! Me encanta. ¿A quién se le
habrá ocurrido tan brillante propuesta? Ardo en deseos de conocer cómo va a
articular el alcalde un referéndum popular para que los leganenses
decidan el sueldo de los 27 concejales de su Ayuntamiento.
Sin embargo, la resolución que el Grupo Popular
llevará a su aprobación dice textualmente: “¿Cual cree que debería ser el
salario del alcalde de Leganés con dedicación exclusiva, gran disponibilidad (no
menos de 60 horas semanales de trabajo) y sujeto a incompatibilidad con
cualquier otra actividad laboral publica o privada?”.
Esto, más que una pregunta de referéndum
popular parece un anuncio de EL PAIS un domingo cualquiera en sus páginas de
color salmón. Y esta ocurrencia es un fiel reflejo de lo que es este gobierno: chufla
e improvisación.
Mira que le dijimos al alcalde que huyera de la
confrontación en el Debate de hoy, que para eso tiene un portavoz… o un altavoz
como le llaman ya alguno de sus compañeros (mira que son malos).
Pues eso, que le dijimos: “Jesús, no entres al
trapo con lo de los cuatro sueldos, haz
oídos sordos a las provocaciones, habla de gestión…. En definitiva, haz de
alcalde”. Pues no, va el tío y se saca de la manga esto de la consulta popular
para que se siga dando cuartelillo al temita de sus retribuciones, que son
cuatro diga él lo que diga. Vamos, como si lo dice san Losantos.
Y por si fuera poco, nos sale con que va a
ceder tres cuartas partes de su sueldo de parlamentario en la Asamblea de
Madrid a Cáritas. ¡Qué grande! Supongo que la otra cuarta parte se la gasta en
café y no es plan de entregarla a la beneficencia.
Sólo espero que esta excelente idea del referéndum
la extienda a su Grupo Parlamentario en la Asamblea de Madrid para que podamos
decidir también todos los madrileños cuánto deben percibir los diputados regionales.
Su compañero Ignacio González va a estar encantado (otra vez) con sus salidas
de pata de banco.
Y digo que sólo le salva que en la otra bancada
no se centran en sumar 15. Las diferencias son insalvables y la cosa no está para
tirarse a la piscina de granito. Es mejor esperar y ver como cae de maduro,
porque vaya si caerá.
Mañana, más.