Jugando al perro y el gato. Así andan el alcalde de Leganés, Rafael Gómez Montoya y la Secretaria general del PSOE leganense, Laura Oliva. Ambos se juegan el próximo jueves, en las elecciones a la secretaría general y comité local del PSOE, algo más que el liderato de su partido. Quien quede fuera del órgano de dirección de la Agrupación socialista de Leganés, dejará su futuro político pendiendo de un hilo.Digo que juegan al escondite porque uno espera la llamada del otro y el otro del uno. Saben que están condenados a entenderse, o no, pero lo cierto es que ninguno de los dos quiere dar su brazo a torcer. A estas alturas de la semana, con apenas 72 horas para negociar, los socialistas de Leganés están llamados de nuevo a las urnas para elegir Secretario general y comité local.
Quienes le ven y le conocen, dicen que Rafa anda nervioso y preocupado. Incluso alguno de sus mensajeros ha dejado entrever que se conformaría con la presidencia del partido, una oferta que rechazó hace unos meses, cuando Detritus le recomendó “medirse” a Oliva.
Los contendientes han utilizado a los medios de comunicación para lanzarse mensajes interesados. Oliva dice que hará propuesta. Stop. Montoya la estudiará. Stop. Por el momento la propuesta no llega. Stop. Será mejor que llames tú. Cambio y corto.
En esta situación, la negociación llegará sí o sí. Es cuestión de tiempo. Sobre el tapete no sólo se jugarán las cartas que dirimirán la futura organización del partido, sino también del equipo de gobierno. Laura controla el aparato y Rafa la administración. Entre los extremos, en el centro estará la virtud.
Lo curioso es que el posible acuerdo podría llevarse por delante a más de uno. Un hipotético consenso para una lista única tendría daños colaterales que afectarían a segundas filas.
El jueves sabremos el desenlace. Mientras tanto, las deserciones no se han hecho esperar. Lógicamente llaman más la atención las ilustres. Yo sé de uno que ya ha cambiado su papeleta respecto a la última asamblea. Seguiremos atentos.









