
Mucho se tendrían que torcer las cosas para que la formación de Carlos Delgado no ea imprescindible a la hora de formar gobierno municipal en Leganés la próxima legislatura. El tirón mediático de ULEG crece como la espuma y eso se traducirá en votos. Las encuestas de unos y otros ya auguran ese lógico crecimiento, pero la calle lo valora aún más, y eso es fruto del tesón y el esfuerzo. Errores también han tenido y supongo cometerán aún más, consecuencia irremediable de la bisoñez de este grupo político, pero no podemos negar que la trayectoria de ULEG es encomiable.
Vengo a escribir este post tras charlar ayer mismo con un político compañero y amigo perteneciente al gobierno de la Comunidad de Madrid, quien me preguntaba si veía factible un próximo gobierno local en Leganés integrado por Partido Popular y ULEG.
En las últimas comparecencias públicas de Delgado y entrevistas realizadas en medios de comunicación, el concejal independiente ha reiterado a esta respecto que “ya hemos demostrado lo que haríamos: en la sesión de investidura el voto de ULEG irá a su candidato”.
Sin embargo, de las palabras del edil subyace la idea de que un pacto de gobierno con el PP u otra formación -podría darse la opción de un tripartito (PSOE, IU y ULEG)- sería viable para Delgado “con un programa electoral por delante y con los vecinos”.
De este tema he hablado en las últimas semanas con varias personas implicadas en la vida política y social de Leganés. Un compañero periodista intuía por dónde irían los tiros en caso de que PP y ULEG sumaran catorce concejales en las próximas elecciones locales.
Me decía que los independientes dejarían un gobierno en minoría votándose a sí mismos en la sesión de investidura para más adelante (un añito más o menos comentaba mi colega) negociar un acuerdo de gobierno.
Sea como fuere, y metidos de lleno ya en 2009, con dos años de legislatura por delante nos adentramos en una etapa crucial para unos y otros. Yo soy de la opinión que una alcaldía se pierde, nunca se gana.