viernes, 13 de febrero de 2015

Que el PSOE es un Carnaval

Lo vivido en los últimos días en el PSOE de Madrid y por extensión muy directa en Leganés es de chirigota. La aprobación de Leganés Tecnológico por el Gobierno local del Partido Popular con el apoyo de 5 concejales socialistas (incluido su portavoz), provocó una crisis –no sin precedentes- en el PSOE local, dejando muy tocados a Rafael Gómez Montoya y sus cuatro ediles más cercanos.

Ahora, la intervención del PSM por parte de Ferraz y la salida de Tomás Gómez (que acababa de anunciar expediente sancionador a los cinco `díscolos´) provoca un giro de 180 grados en la situación interna del partido de la Calle El Charco.

Gómez Montoya ha pasado de ser vilipendiado en público por votar en contra de los intereses de los trabajadores de Casbega Fuenlabrada a sacar pecho en los medios de comunicación al entenderse legitimado por el aparato federal. Pues ni lo uno ni lo otro.

Leganés Tecnológico debía aprobarse sí o sí, pero nunca debió llegarse a esta situación extrema, donde todo parece ensombrecido por las prisas y el intervencionismo de privados intereses.

Todos se preparan para una campaña electoral que ya debía haber comenzado, pero que sigue posponiéndose ante la grave crisis que viven todos los partidos de nuestro país, y que se extiende a las organizaciones regionales y locales.

En el Partido Popular parecen haber cerrado filas en torno al alcalde de Leganés (refrendado también en Madrid) y su núcleo duro local (muy poquitos) trabaja ya en clave 2015 para cerrar una campaña acorde a las dificultades a las que se enfrentarán.

Si en lo interno las aguas están tranquilas, su principal rival será la desafección política de la ciudadanía para con los grades (ya no tanto) partidos políticos. Eso y una muy muy discretita –por no decir mediocre- gestión municipal.

En el PSOE la situación sigue complicándose día tras día. Santiago Llorente, candidato elegido en primarias, pierde fuerza en lo interno y sabe que su camino hasta el 24 de mayo no será fácil porque los adversarios más hostiles los tiene dentro.

La crisis socialista se ramifica hasta llegar a las Agrupaciones, y en Leganés puede provocar una sangría de votos letal para un partido con vocación de gobierno y que ahora mismo está en la UCI.

Es curiosa la situación de Unión por Leganés. Dice su portavoz, presidente, fundador y líder Carlos Delgado que su partido está ya en “modo gobierno”. Esperemos que si eso sucede lo sea de verdad porque me suena a lo mismo que hace 4 años con aquello de “Leganés quiere un cambio, no un recambio”. 

En cualquier caso andan preocupado Delgado y los suyos porque sólo hay 27 sillones y aquí no caben todos. A su favor, como casi siempre, su vocación de trabajo por el vecino, y eso llega.

Los que entrarán casi seguro serán los amigos de la Candidatura de Unidad Popular, donde se harán hueco los enfadados de uno y otro perfil. Está bien el invento, pero de momento propuestas pocas y soluciones menos. En cualquier caso vendrá bien aire fresco con sello ciudadano.

En Izquierda Unida aspiran a seguir, que no es poco. La salida del partido de su candidata a la Comunidad de Madrid, Tania Sánchez, provocará también la marcha de algún miembro del consejo político y no pocos afiliados de la coalición en Leganés. Con Tania o sin ella, estaba cantado que la fuerza de la base tenía base pero menos fuerza.  La solución no es huir.

En este circo quieren entrar UPyD y Ciudadanos. Los primeros lo tienen bastante peor que hace un año, pero cuentan con un candidato ilusionado y un equipo de gente trabajadora. Podría no ser suficiente para entrar en La Roca.

Ciudadanos Leganés acaban de llegar pero ya se les oye. Otra cosa es que se les escuche. En cualquier caso, su candidatura obtendrá votos que no irán a otras formaciones que ya las sumaban en sus cábalas de precampaña.


Prepárense para vivir el espectáculo. Se lo contaremos.