jueves, 28 de noviembre de 2019

Algo se mueve en el PSOE




El Partido Socialista de Leganés vive una de las etapas más tranquilas de los últimos años. 

Atrás han quedado las disputas entre las familias mayoritarias –enemistadas en lo político y en lo personal- que confrontaban periódicamente toda vez que el aparato llamaba a los suyos primero a las urnas para más tarde elegir sus cargos.

La paz no es real. Todos sabemos que el pacto durará mientras el poder permita seguir dando de comer a ciertos personajes que han hecho de la política su modus vivendi. Y en esa calma chicha, hay una variable que solo unos pocos han sido capaz de controlar: hablamos de los huérfanos de Izquierda Unida Comunidad de Madrid.

En junio de 2015, el consejo político de Izquierda Unida expulsó a la federación de Madrid, una decisión que dejaba sin militancia a los 4.800 afiliados que tenía IU en la región (IU-CM). De ellos, 600 pertenecían a la Asamblea local de Leganés.

Seis centenares al corriente de pago, que quedaron huérfanos de afiliación, tras varias legislaturas participando activamente en la vida política local y acostumbrados incluso al paraguas del Gobierno local.

En la legislatura pasada, Rubén Bejarano representaba a todos ellos y a sus más de 5.000 votantes. Sin embargo, una vez finiquitada la trayectoria de IU-CM, y tras la fallida candidatura de Actúa en nuestra ciudad, son muchos los integrantes de esa lista con inquietud política y carentes de referentes locales.

En este rio revuelto, una de esas familias del PSOE local ha sabido leer el prospecto para ofrecer la medicina de la ilusión a un nutrido grupo de miembros de una arraigada entidad local, en otros tiempos activos militantes de IU Leganés.

Atentos porque 50 nuevos afiliados en el Partido Socialista de Leganés podrían poner patas arriba el equilibrio de fuerzas y dejar en minoría a un grupo liderado por un alcalde impasible, sostenido por una alcaldesa en funciones encantada de conocerse.

En ocasiones, las ramas no nos dejan ver el bosque, y cuando uno se enroca en la ardua tarea de la gestión municipal, centrada más en la devolución de favores que en hacer ciudad, suele desatender el aparato. Mientras, otros con mucho más tiempo y sobre todo con ganas de revancha, mueven sus piezas en busca de un jaque al rey que podría condenar el futuro de muchos de sus peones. Continuará…