martes, 26 de mayo de 2015

El cubo de Rubik leganense

Las elecciones municipales del pasado domingo en Leganés dejan un puzzle político con varias soluciones a cada cual más compleja.

El Partido Socialista, como fuerza más votada aunque con el mismo número de concejales (6) que Leganemos, ULEG y Partido Popular, debe liderar la formación de un nuevo Gobierno en la ciudad.

Pero no lo tendrá fácil. El candidato socialista, Santiago Llorente, ya ha manifestado su intención de tentar en primer lugar a Leganemos, una candidatura que hoy mismo señalaba en rueda de prensa que los socialistas “no están legitimados para gobernar” aunque demandaban “un debate a PSOE y ULEG abierto al público para que todo el proceso sea transparente y participativo”.

La candidatura de unidad ciudadana tendrá que levantar la mano y conceder gobierno por acción u omisión. Ese es su principal problema. Lo demás está todo genial y su irrupción es de matrícula de honor, pero cuidado porque el día 13 estarán más cerca de la casta que nunca. Si juegan bien sus bazas podrán condicionar el Gobierno y aplicar sus propuestas.

Mientras, ULEG espera agazapado una solución a este cubo de Rubik donde lo único claro es que los seis ediles del partido independiente se votarán a sí mismos. Carlos Delgado quiere ser alcalde y sus opciones reales, por más que alguno intente vender la moto de un gobierno de 18 o 19, pasan por la derecha.

Y claro, eso es un drama cuando has descalificado casi a diario las políticas del Partido Popular los últimos tres años. Todo pasa por hacerse el loco y esperar (como si de un accidente se tratase) que PP y Ciudadanos le den su apoyo en el Pleno de Investidura sumando 14. A partir de ahí, podrían justificar a sus votantes un gobierno propiciado por el PP. Gobernar será otra cosa y ULEG está capacitado.

Y en este juego de colores cobran especial relevancia los dos concejales de Ciudadanos. La formación naranja, liderada en Leganés por Jorge Pérez, espera indicaciones desde Barcelona pero ya apuntan a que no entrarán en el Gobierno local porque “no queremos sillones, sino programa”. Un programa, el naranja, que no queda mal con el azul y el verde.

Si ninguna de estas cábalas no se cumpliera porque ningún candidato obtuviese el respaldo de 14 concejales, en ese caso sería investido alcalde Santiago Llorente, por liderar la lista más votada.

Llorente tendría que formar un Gobierno de seis concejales (tres en la práctica). Toda una papeleta.

Las conversaciones han comenzado en todas las direcciones y el cubo de rubik ha comenzado a girar. El día 13 de junio descubriremos sus caras.

martes, 19 de mayo de 2015

Crónica electoral 2015

La campaña electoral entra en su imparable cuenta atrás. Apenas cinco días para que Leganés conozca al candidato más votado en las elecciones municipales. Ser alcalde o alcaldesa será otra cosa. 

Y es que las matemáticas serán clave en el Pleno de investidura. Ninguno de los nueve partidos que se presentan a los comicios locales sumará 14 ediles, por ello la suma de fuerzas dará la alcaldía y el Gobierno municipal a una de estas formaciones. Eso, o gobernará la lista más votada.

Y es en eso, en ser la lista más votada, en lo que se afanan principalmente Partido Popular y Partido Socialista. Los populares, con 12 concejales en la Corporación, creen que una bajada hasta el 9 les dejaría a la cabeza en número de votos.

9 concejales –tres de bajada-, una cifra mágica que les permitiría gobernar en minoría teniendo en cuenta que a Unión por Leganés (ULEG)  las encuestas les conceden no menos de 4 ediles y que los independientes se votarán a sí mismos en la investidura.

Las cuentas no fallan. 9 del PP para el PP y 5 o 6 de ULEG para ULEG suman no menos de 14. En ese contexto, María Eugenia Carballedo, candidata del Partido Popular, sería alcaldesa.

Sus detractores la señalan como "la paraca, la recién llegada, la que nada dice porque nada sabe", pues atentos porque podría ser primer edil de una gran ciudad que descubrió hace apenas un mes por orden expreso de la lideresa. Si esto sucede, la izquierda de Leganés estaría liquidada.

Otra cosa es que las encuestas se equivoquen (como casi siempre) y el PSOE o hasta ULEG sean capaces de crecer tanto tanto como para convertirse en la lista más votada superando a los populares. Lo primero es posible, lo segundo poco probable.

El PSOE, encabezado por Santiago Llorente, afronta una oportunidad de oro para recuperar la alcaldía. Uno no sabe cómo le irá mejor a Llorente, si gobernando o como jefe de la oposición, más que nada porque el enemigo lo tiene en casa.

En cualquier caso, Santi sería un buen alcalde y eso ya es un comienzo. Lo mismo puedo decir de Carlos Delgado. Encontrar a un político que trabaje, trabaje y trabaje es muy difícil en los tiempos que corren. Podría ser ésta su gran oportunidad y le toca mojarse. Votarte a ti mismo está bien para una campaña, pero ULEG tiene que tomar decisiones y hacerse mayor aún no ganando las elecciones.

Otra variable a tener en cuenta es la irrupción de Leganemos. La candidatura de unidad popular tendrá su cuota sí o sí. Veremos hasta dónde llega y cómo gestiona el poder cuando toque poder. Sus concejales podrían dar la alcaldía al PSOE y eso les acercaría a la casta. Veremos.

Izquierda Unida busca un papel donde firmar mantener los tres concejales actuales. Rubén Bejarano es uno de los candidatos más conocidos y valorados. Otras cosa es que la ciudadanía vea a IU como una formación capaz de solucionar sus problemas. Les toca apretar los dientes y sobrevivir para hacerse más fuertes. ¡Y cuidado! Sus concejales podrían ser determinantes en la suma de fuerzas.

Poco o nada se ha hablado de Ciudadanos en Leganés. Son, están y entrarán. Amparados por Barcelona y apoyados por puntales pepineros podrían ser decisivos. Se llevan bien con el PP y eso no sabemos si es bueno o malo. En cualquier caso, tendrán que pedir permiso antes de levantar la mano.


Dejo para el final a mis compis los medios. Por suerte cada vez somos más los periodistas que contamos la actualidad local. La cobertura de la campaña está siendo más que sobresaliente. Eso no quita que surjan frikis con micro o caciques casposos. Ya ven, en todas las familias hay garbanzos podridos. Ellos se crían y alguien los junta.