jueves, 27 de enero de 2011

El troll pepinero

No se me asusten. El título no va con nadie en concreto, no tengo tan mala baba. Les cuento: Hace años, leí un artículo sobre los trolls en internet.

Esos personajes de raza aborigen escandinava, dotados de enormes orejas y narices, han servido de inspiración para calificar como troll a aquella persona que, en la red, sólo busca provocar a los usuarios o lectores, creando controversia, causando reacciones predecibles, especialmente por parte de usuarios novatos, con fines diversos, amparándose en el anonimato, por supuesto.

Lo que dice wikipedia nos sirve para llegar hasta el nacimiento del que vengo a denominar como troll pepinero. Estamos hablando de un ser que come (mucho), habla demasiado, piensa (poco) y es capaz de asimilar diversos colores en su pelaje, desde el verde, hasta el rojo y, pasando por un azul esperanza. ¡Ah, no! Que ese era el verde.

El asunto es que todos ellos siempre buscan un fin en sus intervenciones: casi nunca para divertirse y casi siempre para obtener un rendimiento ya sea mediático, político, social o incluso personal.

El troll pepinero en internet, como el convencional, es capaz de interrumpir o desviar los temas de las discusiones. En Leganés triunfa el grosero, el ofensivo. Entiende este aborigen que sus provocaciones, mentiras y amenazas veladas conseguirán confundir o provocar la reacción de los demás, y en ocasiones hasta llega a conseguirlo.

Pero es más, en nuestra localidad se unen para actuar en grupo en busca de un mismo efecto. Aunque inicialmente sus intenciones eran colocar a alguien en primera línea mediática y política, una vez conseguidos sus primarios objetivos, han derivado en oscuras y dañinas artimañas para desprestigiar al adversario. Y aquí ya vale todo.

Se ha dado la circunstancia de que un troll ha sido víctima de otro troll. Esta semana, sin ir más lejos.

Quizá usted, estimado lector, haya sido en alguna ocasión víctima de un troll de internet, como quien les escribe. Un consejo de quien tiene las espaldas anchas: no intente debatir nunca con un troll, es inútil. Si le insulta, ni se inmute. Si se expanden por redes sociales para provocarle, ni caso. Lo único que los trolls no pueden aguantar es que se les ignore.

Y tengan cuidado, están ahí fuera.

10 comentarios:

Jorge Berrocal dijo...

De ahí el anglicismo que se usa en estos casos. "Don't feed the troll" (No alimentes al troll).

Hace mucho que no visito tus comentarios por falta de tiempo, pero trataré de echar un ojo y, con ello, unas risas seguro.

Anónimo dijo...

Yo no veo esas actuaciones en grupo a las que te refieres, salvo que consideres trolls a los montoyistas que, dee vez en cuando, invaden los blogs en tromba.
Dices que esta misma semana un troll ha sido víctima de otro troll, aunque si los has identificado es que no son tan anónimos.
Creo que utilizas el calificativo de troll en un sentido muy amplio, pues englobas a todos los que discrepan con el planteamiento del post o de otros intervinientes. Si consideras trolls a los que tienen una opinión divergente, los comentarios, según tu teoría, deben ser como una especie de coro que repite y confirma la tesis del autor del post. Personalmente, escribo si considero que tengo algo que añadir o contradecir. Para cumplir ese papel de comentarista políticamente correcto que aplaude al dueño del blog, yo no escribiría ni una línea.

Anónimo dijo...

Hola:

Muy buen articulo. Aunque no has hablado del Rey de los Trolls: Es uno que presume de cultura, de ser frecuentador del Ateneo, adivino sin suerte...

Saludos.

Ruf. dijo...

A Ruf. se la suda, si se me considera un provocador, allá cada cual.

Suelo dar razones, no ataco nunca personalmente, sólo por razones políticas, y se me contesta con calumnias de mi vida privada.

Sé que alguna gente me tiene en el punto de mira, peor para ellos, pero son muchos más los que me dan la razón.

Hablo donde y cuando los demás callan.

El silencio de los borregos no me va.

Ruf.

Anónimo dijo...

Determinados “anónimos”, efectivamente, sólo desean provocar ira sin debate y lucha sin ideas.
Una de las cosas buenas/malas de Internet es el anonimato: sirve para exponer ideas liberándose de etiquetas fáciles pero permite la existencia de agresiones vacías.
Sin embargo, también resulta patética la existencia de pseudoperiodistas que, amparándose en no se que, se creen tener derecho a publicar barbaridades no contrastadas que sólo quieren manchar y ensuciar al afectado.
Determinadas actitudes desaparecieron con la Inquisición, pero, ahora, cualquier dato o elemento, que estaría dentro de la privacidad que defienden leyes y tribunales, sirve para pretender emborronar a personas e instituciones.
Precisamente esta semana, alguien muy en boca de todos últimamente, ha publicado un reportaje que desde el principio hasta el final solo quiere contaminar sin decir nada de nada.

http://anticipa-vecinos-leganes.over-blog.es/

Anónimo dijo...

¿Tener opinión política, criticar al poder y participar en los foros y blogs es ser un troll?
Reventadores de las discusiones, solo por divertirse, no hay tantos en los blogs de Leganes. La mayoría de los que intervenimos expresamos simplemente nuestras opiniones que, coinciden o no con las del autor del artículo y de los demás participantes, pero eso no es de ser troll. Es cierto a veces llevan el debate a conclusiones opuestas a las del artículo, que se debe probablemente a la inconsistencia de las tesis del artículo o que mantiene una postura muy minoritaria, pero eso no se le puede reprochar a los comentaristas.
Que en los foros de Leganés haya gente como RUF que ejerce de troll, realmente no me molesta nada; al contrario, anima las discusiones, y da pie para rebatir toda la propaganda de la facción montoyista del PSOE local, de la que RUF es portavoz en internet. A RUF se le contesta, no por novatez, sino porque es una ocasión para desmontar toda la impostura y palabrería de los dirigentes locales, exponiendo la otra cara de la moneda, o sea, la realidad.

Anónimo dijo...

Gasco, dices que en Leganés los trolls actúan en grupo para colocar a alguien en primera línea mediática y política y, una vez logrado el objetivo, derivan en oscuras artimañas para desprestigiar al adversario.
Supongo que deduces esto a la vista del desprestigio de álgunos políticos de Leganés, pero ¿de verdad crees que Montoya va a perder las elecciones y Jesús Gómez las va a ganar gracias al trabajo de los que llamas trolls?
Creo que la pérdida del poder del PSOE se debe más a su mala gestión y peor imagen de Montoya, pero con tu artículo sobre los trolls lo que sí estás reconociendo es el importante papel de internet en la formación de la opinión pública. Ahora mismo, por muchas empresas de comunicación como Legacom en Leganés que se creen, no pueden contrarrestar la opinión e información que circula por internet. Los políticos tienen que contar con ello, y no pueden promover campañas de difamación como las de Ahora Leganés contra los portavoces del PP y ULEG, ya que la fuerza colectiva y anónima de internet se las echa por tierra y las vuelve en contra de sus autores en cuestión de unas horas.

Anónimo dijo...

http://uleg.blogspot.com/2011/01/frente-la-infamia-la-verdad-los-senores.html

Firmado:RUF

Anónimo dijo...

Vaya forma de publicar la rectificación de una noticia: http://www.ahoraleganes.com/int.asp?id=675&sec=Local

Ruf. dijo...

Quedará en nada, lo que es:

Cuatro resentidos, ¿cadáveres en el armario?, Josemi y Flo los pasadores de Laura Oliva, la "canallesca" de Riobóo, jaleados siempre por la derechona mas la "fuerza oscura", Uleg..

El caso facturas, son eso falsas facturas que se le quieren pasar a Montoya.

El papel, falso, corre como la mala monea.

Ruf.