El Señor de los Plenillos

Y pasó el Pleno. Una sesión donde todas las miradas estaban puestas en el alcalde de Leganés, Rafael Gómez Montoya, que debía hacer frente a tres cuestiones de candente actualidad. A saber: Centro Penitenciario sí o no; Compra de un vehículo oficial al módico precio de 96.000 euros; y el viajecito con su `troupe´a Ámsterdam.

Evidentemente, el primer edil no defraudó. Se metió en todos los charcos habidos y por haber mientras su `equipito´ de asesores se desternillaba en `la pecera´ reservada a la prensa. Que a Montoya le va el rollo batalla dialéctica lo sabemos todos, pero que en ocasiones debes dejar que hablen otros, es de primero de básica. Pero no, ahí estaba él, más ufano que un ocho, dando notoriedad a todos los errores cometidos en apenas un mes: ¡Que se apunten otro tanto sus chicos!.

Todo comenzó con la moción de ULEG para impedir la construcción de un Centro Penitenciario en Leganés. La respuesta del alcalde -aunque me comentaron que se la había preparado a conciencia- fue la misma de siempre: confirmar lo confirmado y no desmentir nada de nada.

En todo este embrollo sólo ha dado un pasito, y ha sido para meter a los vecinos en el jaleo: “Si los vecinos no quieren CIS, no habrá CIS”. Pues va a ser complicado recibir a más de 170 mil leganenses en su despacho. ¿O se reunirá con un par de asociaciones? Ya veremos.

Raúl Calle, portavoz de IU, quiso echar un capote a su ahora socio de gobierno. Dijo poca cosa, la verdad: "el Centro Penitenciario no está en el programa de gobierno". "Estaría bueno", se oyó por ahí. No le imagino en sus mitines preelectorales soltando frases como "Si me votan, les coloco una cárcel aquí mismo".

Sobre el coche nuevo, el Partido Popular se lo puso muy, muy fácil. Jesús Gómez, portavoz del PP, convenció a Rafa para que se comprase uno más barato –“como el de los consejeros de la CAM”. Unos 60.000 euritos tienen la culpa.
Al alcalde no le ha hecho mucha gracia quedarse sin su capricho, pero llevar un coche como el del jefe de Guadalupe Bragado, pues tiene su aquel.
Además, el propio Gómez se comprometió a traerle el catálogo de una marca francesa, sin olvidarse del `full-equipe´, que es como se le llama ahora a ponerle todos los extras al `buga´.

Ya en ruegos y preguntas, de nuevo Gómez preguntó sobre el viaje del alcalde a Holanda. Pidió datos sobre los lugares que visitó y las reuniones que mantuvo con autoridades oficiales holandesas. ¡Qué gracia!.

Montoya, que lo esperaba, entonó el `mea culpa´: “He de reconocer que el procedimiento –refiriéndose al decreto sobre viaje oficial- no fue el más adecuado y no volverá a suceder”.
Lógicamente ni vio autoridades ni vio `na de na´, porque anduvo en el fútbol y degustando la gastronomía holandesa según me cuentan. Por cierto, que los aficionados del Getafe incluso lo reconocieron en el aeropuerto de Barajas.

Para rematar –nunca mejor dicho-, explicó que todo el dinero del viaje salió de su bolsillo (muchas gracias por no gastarse la pasta de los leganenses en turismo futbolero) y cerró su intervención dejando entrever su pasión por el señor Google, ya que recitó un texto sobre Amsterdam y sus bicicletas, de esos que son fáciles de copiar y pegar en cualquier página web especializada en turismo.

Así es un Pleno presidido por Rafael Gómez Montoya el Leganés, conocido ya en la Casa Consistorial como “El Señor de los Plenillos”.