lunes, 26 de marzo de 2012

El problema está en la calle

Con la calle hemos topado, o mejor dicho con Al Cabo… de la calle. Eso han debido pensar los editores del periódico A pie de calle, un medio de comunicación que se ha visto obligado a cambiar provisionalmente de nombre a raíz de una denuncia interpuesta por el editor y propietario del primero.

Sin embargo, los denunciados no tienen pensado abandonar “la calle”, ni mucho menos. De hecho, mientras los tribunales dictaminan sentencia, el medio pasará a denominarse Estamos en la calle, algo que paradójicamente parece cumplir con las medidas cautelares impuestas por el juzgado que tramita el caso.

Dice una información de A pie de calle que “A pesar de que la Oficina de Marcas y Patentes, certifica fehacientemente que nuestra marca es perfectamente legal, registrada y en vigor, acatamos las medidas, como no puede ser de otra forma en un estado de Derecho”.

La misma noticia nos sorprende señalando que “puestos en contacto con el citado grupo (los denunciantes) ofrecieron cómo única solución, comprar nuestra marca y unirnos a ellos”, algo que la dirección de A pie de Calle rechazó porque “consideramos que los principios informativos que rigen al mencionado grupo y al nuestro, son incompatibles, continuamos nuestro camino con el nuevo nombre que ustedes tienen delante. Somos los mismos y con el mismo objetivo, informar honesta, libre y democráticamente”.

Ya ven, ya sea A pie o desde la calle, los compañeros seguirán informando. Lo celebro.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

El periódico "Estamos en la calle" lo hacen los que antes estaban en Gente, como Concha Minguela.
Un poco oportunistas sí parece que son, intentando quitarle mercado a los de "Al cabo de la calle", cuando Gente había perdido lectores.
En vez de buscar su propio nicho, todo su empeño es poner la palabra calle en la cabecera, evidentemente, para inducir a confusión, y quitarle lectores al otro periódico. ¡Con la cantidad de palabras que pueden encontrar en el diccionario si les falta imaginación!
No le auguro mucho futuro al nuevo periódico con estas prácticas.

Anónimo dijo...

Lo de que quitarle lectores al "Al cabo de la Calle" es un decir.
Si se pusieran en los quioscos a la venta, sabríamos los lectores que realmente tienen.
Estos panfletos de mera propaganda política, no pueden considerarse periodicos.
Bueno, quizá si, pero sólo porque salen periódicamente pero de informar, nada de nada.

Anónimo dijo...

Algo tendrán esos periódicos que el Anónimo califica como panfletos de mera propaganda política cuando los recién llegados quieren apropiarse de su cuota de mercado utilizando un nombre similar, para hacer propaganda política, pero situándose en el polo opuesto.

Anónimo dijo...

Gasco, vaya forma de contar las cosas! No es que los de "A pie de calle" se hayan visto obligados a cambiar provisionalmente a cambiar de nombre; es que se lo han buscado haciendo competencia desleal con un periódico que ya lleva un tiempo en el mercado.
Los de "A pie de calle" no se puede decir que empiecen con buen pie, desde luego.

Anónimo dijo...

Al Cabo de la Calle es la herramienta de poder de un constructor inculto que cree que con un panfleto puede amenazar a políticos y otros medios para obtener su "impuesto revolucionario". Afortunadamente el dinero no lo compra todo y menos el hacer un buen producto informativo como a mi juicio es A pie de Calle (periódico regional) que ha tenido 8 ediciones, frente al libelo panfletario de el lechero de Getafe. Por lo tanto no se puede comparar la prensa profesional con periodicuchos de corto recorrido como el del pequeño GGG.

Anónimo dijo...

Muy profesionales tampoco son los de A pie de calle cuando empiezan intentando pisar el terreno del otro periódico. Además, parece que les va la marcha, porque les obligan a quitar un nombre y lo sustituyen por otro con las palabras polémicas, para que el conflicto continúe.
Los propietarios de A pie de Calle no pueden decir que desconocían la existencia de Al Cabo de la Calle, que la coincidencia en el nombre ha sido por casualidad, porque la competencia desleal y el oportunismo lo vimos hasta los que somos ajenos al periodismo, nada más ver los primeros números de A pie de Calle.
No sirve de excusa para pisotear los derechos de nadie eso de "nosotros somos grandes profesionales" y Al cabo de la Calle un libelo panfletario. Sea lo que sea este periódico, los de A pie de calle se han buscado a pulso los pleitos con el periódico que ya llevaba un tiempo funcionando, y los de A pie de Calle han intentado expulsarlo del mercado aprovechándose del nombre.
Así que no se quejen de los perjuicios que puede ocasionarle la respuesta de Al cabo de la Calle a sus prácticas irregulares, pues no hace otra cosa más que defenderse frente a las malas prácticas de A pie de Calle.

Anónimo dijo...

Cae en mis manos el llamado periodico "al cabo de LA CALLE".

¿Cómo se puede escribir así en plena democracia?
¿Cómo Eduardo puede pasar estos pasquenes?

Ruf. dijo...

Ayer por la tarde, al caer la noche de un largo día de espera, el tío Ruf. pilló el tren y se fue para los madriles, a la vieja Puerta del Sol, rompeolas de las Españas, y las huelgas, enfrente de donde despacha la Marquesona.

Allí los Sindicatos daban su discurso, el postrer intento de parar algo que pinta mal, muy mal.

Veo a gente, entre ellos uno al que hace ya le perdí la pista, Audaz, de Induyco, nombre curioso, del Santoral me dijo, a mi pregunta de si se lo había cambiado.

Juntos dimos la batalla de la Formación, en una etapa crucial el desarrollo de Forcem.

Me dijo que Induyco estaba matarile, los chinos, me añadieron unas compas del textil.

Ay los chinos, el antiguo Imperio del Centro vuelve por sus fueros.

Luego el tío Ruf se tomo una cerve, con un bocata, la noche es larga y se fue para el pepino.

Recalé en el Gambrinus, allí vi a Suso Milosevic, bien acompañado, y ahora muy interesado en el fracasado intento turco, Oriente, de tomar Viena.

El peligro Oriental.

De allí a la Plaza de España, Luis, Perico Txiki, Luciano y esposa, y un largo etcétera.

No vi a los profesores socialistas.

Oigo un vozarrón, era el ínclito Pascual, con escolta, iba a repostar, el tercer bocata me dijeron.

Y ahí empezó el piquete, con algún incidente, secretas infiltrados, chavalotes lanzados, y un ochentista, con bastón, y gorra soviética, un veterano.

Llegamos a Zarza, Ruf. subió a casa, a una necesidad, y cayó en la dulce calma del hogar.

A las cuatro, el tío Ruf. se levantó, atravesó un barrio desierto, salvo un chavalote, paseando un par de perrazos enormes.

Llego a la Martín, allí larga espera hasta que salen los, contados, autobuses de mínimos.

Me vuelvo a casa, hasta las ocho, otra vez cuesta arriba, por un barrio que se empieza a despertar, va Ruf. a la cita matutina con el Piquete.

Llega Rafa con la Masssó, y el equipo habitual, pitos. Luego se van y no se les vuelve a ver. Del grueso Llorente, ni rastro.

Empieza el piquete a moverse, se confirma que los peques lo tienen complicado, hay un amago de incidente con el furgón del Dioni, y en Mercadota.

De allí a la Carlos III, respira sabiduría, me imagino a Rafa, cual Unamuno adoctrinando al pueblo.

Ja que cosas.

Allí se recapitula, la Huelga va bien nos dicen, y se decide, tras votar, había otra propuesta, que se continúe por Río Duero.

Aquí el tío Ruf. se va, y escribe esta humilde crónica, a petición del respetable.

Ruf.

Anónimo dijo...

Si según los sindicatos la huelga ha tenido un seguimiento del 70% ¿cuál habrá sido el seguimiento real, un 30%?

Anónimo dijo...

Siempre os meteis con los mismos... dejad en paz a Calle ;)